La extracción de las muelas del juicio es algo que está a la orden del día. Si no se sacan cuando empiezan a molestar, pueden causar dolor, caries e, incluso, infecciones. Pero no todos saben lo que tienen que hacer para cuidar su boca tras su extracción. Hoy, vamos a hablar de todo lo que corresponde a las muelas del juicio. También te daremos trucos para cuidar tu boca y para que te duela menos.
¿Qué son las muelas del juicio?
Las muelas del juicio, también conocidas como terceros molares, son los últimos molares que aparecen en la dentición permanente de una persona. Por lo general, su erupción ocurre durante la etapa de la adolescencia o a principios de la adultez, entre los 17 y los 25 años, aunque esto puede variar de una persona a otra.
En total, una persona puede tener cuatro muelas del juicio, una en cada esquina de la parte posterior de la boca: dos en la parte superior y dos en la parte inferior. Sin embargo, no todas las personas desarrollan las muelas del juicio, y algunas solo tienen una o dos, e incluso puede que no les salgan en absoluto. Como yo, que no tengo ninguna de las cuatro.
El problema con las muelas del juicio es que, a menudo, no tienen suficiente espacio para erupcionar correctamente y encajar en la alineación de los dientes existentes. Esto puede dar lugar a varios problemas dentales, como la impactación, que ocurre cuando las muelas del juicio quedan atrapadas parcial o totalmente debajo de las encías o el hueso.
La impactación de las muelas del juicio puede causar dolor, inflamación, infecciones y otros problemas bucales. Por esta razón, en muchos casos, los dentistas o cirujanos orales recomendarán la extracción de las muelas del juicio. La extracción se realiza mediante una cirugía oral y, en general, se realiza bajo anestesia local o general, dependiendo de la complejidad del caso.
Es importante consultar a un dentista periódico para monitorear la erupción y el estado de las muelas del juicio, y determinar si es necesario realizar su extracción para prevenir complicaciones futuras.
¿Qué puede causar que las muelas del juicio no tengan espacio para salir?
Existen varias razones por las cuales las muelas del juicio pueden no tener suficiente espacio para salir adecuadamente.
Estos son algunos de los factores que pueden contribuir a la falta de espacio:
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Mandíbula pequeña: Algunas personas tienen mandíbulas más pequeñas, lo que limita el espacio disponible para que las muelas del juicio erupcionen correctamente.
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Tamaño de las muelas del juicio: En ocasiones, las muelas del juicio pueden ser demasiado grandes en comparación con el tamaño de la mandíbula y los dientes existentes. Esto dificulta su erupción adecuada y puede llevar a la impactación.
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Malposición: Las muelas del juicio pueden desarrollarse en ángulos incorrectos o en posiciones desviadas, lo que dificulta su erupción normal. Pueden inclinarse hacia adelante, hacia atrás o hacia los dientes adictivos, lo que impide su salida.
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Dientes apiñados: Si la boca está ya llena de dientes, el espacio limitado puede hacer que las muelas del juicio no tengan suficiente espacio para salir. La falta de alineación dental puede ser un factor que contribuya a esta situación.
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Tejido blando o hueso denso: El tejido de las encías y el hueso que rodea las muelas del juicio puede ser más denso o rígido en algunas personas. Esto puede dificultar la erupción de las muelas del juicio y contribuir a su impacto.
Es importante destacar que la falta de espacio para las muelas del juicio no siempre causa problemas inmediatos. Sin embargo, si existe el riesgo de impactación, infecciones, dolor o daño a los dientes adyacentes, se puede recomendar la extracción preventiva. Un dentista podrá evaluar la situación y brindar orientación personalizada sobre el tratamiento necesario.
¿Deben sacarse siempre?
En ICOA nos explican que no todas las muelas del juicio requieren ser extraídas. La decisión de extraer o no las muelas del juicio depende de varios factores, incluyendo la posición, la salud bucal general y la presencia de síntomas o complicaciones. Por lo tanto, es fundamental que contactes con un profesional que te oriente y te guíe sobre lo que tienes que hacer.
Si las muelas del juicio están bien alineadas, erupcionan completamente, tienen espacio suficiente para una correcta higiene dental y no causan ningún problema o síntoma, es posible que no sea necesario extraerlas. Sin embargo, es importante monitorear periódicamente su estado a través de exámenes dentales y radiografías para detectar cualquier cambio o complicación potencial.
Por otro lado, si las muelas del juicio están impactadas, parcialmente erupcionadas, mal posicionadas, causan dolor recurrente, infecciones, inflamación de las encías, daño a los dientes adictivos o dificultan la higiene dental adecuada, es probable que se recomiende la extracción.
La decisión de extraer las muelas del juicio se toma caso por caso, y es mejor discutirla con un dentista o cirujano oral. Estos profesionales evaluarán la situación bucal de forma individualizada y recomendarán el tratamiento más apropiado según las necesidades específicas de cada persona.
Es importante tener en cuenta que, en algunos casos, se puede optar por extraer las muelas del juicio de forma preventiva, incluso si no presenta síntomas o complicaciones inmediatas, para evitar problemas futuros. Esto se realiza en situaciones en las que hay un alto riesgo de desarrollo de complicaciones o cuando se planean tratamientos ortodónticos que podrían verse afectados por la presencia de las muelas del juicio.
¿Cómo debo cuidar mi boda tras la extracción de las muelas del juicio?
Después de la extracción de las muelas del juicio, es importante seguir las indicaciones de tu dentista para una adecuada recuperación y cuidado bucal.
Aquí tienes algunos consejos generales:
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Controla el sangrado: Durante las primeras horas posteriores a la extracción, es normal experimentar un ligero sangrado. Coloca una gasa estéril sobre el área afectada y ejerce una presión suave para detener el sangrado. Evita enjuagar la boca vigorosamente para no perturbar el coágulo de sangre que se forma en el sitio de extracción.
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Aplica hielo: Aplica una compresa fría en el área externa de la mejilla durante los primeros días después de la cirugía. Esto ayudará a reducir la hinchazón y el dolor.
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Toma las instrucciones de medicamentos recetados: Sigue las de tu dentista en cuanto a los medicamentos recetados, como analgésicos y antibióticos. Toma los medicamentos segun lo indicado para controlar el dolor y prevenir infecciones.
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Descansa y evita actividades vigorosas: Durante los primeros días después de la extracción, es importante descansar y evitar actividades extenuantes, ya que podrían aumentar el sangrado y retrasar la cicatrización.
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Mantén una buena higiene bucal: Aunque debes evitar cepillar la zona de extracción durante las primeras 24 horas, después de ese período, es importante mantener una buena higiene bucal. Cepilla cuidadosamente los dientes dos veces al día con un cepillo de cerdas suaves y evita la zona de extracción. También puedes realizar enjuagues suaves de agua tibia con sal después de las comidas para mantener la zona limpia.
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Evita alimentos y bebidas que puedan causar irritación: Durante los primeros días después de la extracción, evite alimentos calientes, picantes, duros o pegajosos que puedan irritar el área de la extracción. Opta por alimentos suaves, como purés, sopas, yogur y batidos, que no requieren masticación vigorosa.
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Evita fumar y beber alcohol: Fumar y consumir alcohol pueden retrasar la cicatrización y aumentar el riesgo de complicaciones. Es recomendable evitarlos durante el proceso de recuperación.
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Programa un seguimiento con tu dentista: Programa una cita de seguimiento con tu dentista para que pueda evaluar la cicatrización y seguro de que todo esté progresando adecuadamente.
Recuerda que estos son solo consejos generales. Es importante seguir las recomendaciones específicas de tu dentista, ya que cada caso puede ser diferente. Si tienes alguna preocupación o experimentas síntomas inusuales, no dudes en comunicarte con tu dentista para recibir asesoramiento adicional.
¿Puede volver a molestarnos la zona tiempo después de la extracción?
Después de una extracción de muelas del juicio exitosa y una cicatrización adecuada, no deberías experimentar molestias en la zona a largo plazo. Sin embargo, en algunos casos, pueden surgir ciertas complicaciones o problemas posteriores a la extracción que podrían causar molestias.
Algunas de las posibles complicaciones incluyen:
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Infección: Si no se mantiene una buena higiene bucal después de la extracción, puede causar una infección en el área. Esto puede provocar dolor, hinchazón, enrojecimiento y un mal sabor o mal aliento. En caso de sospecha de infección, es importante buscar atención dental para recibir el tratamiento adecuado.
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Alveolitis seca: En ocasiones, después de la extracción de las muelas del juicio, puede desarrollarse una condición llamada alveolitis seca. Esto ocurre cuando el coágulo de sangre que se forma en el sitio de extracción se disuelve o se desaloja prematuramente, dejando expuesto el hueso subyacente. La alveolitis seca puede causar dolor intenso y puede requerir tratamiento dental para aliviar los síntomas.
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Problemas de oclusión dental: La extracción de las muelas del juicio puede afectar la forma en que tus dientes superiores e inferiores se juntan al cerrar la boca (oclusión dental). Si hay un cambio significativo en la oclusión, podría experimentar molestias o dificultad al masticar. En algunos casos, se puede requerir un ajuste dental para corregir la oclusión.
¿Qué te recomendamos nosotros?
Seguir todos los consejos de higiene… y, a la menor molestia tras la extracción, acudir a la consulta de tu dentista. Son quienes mejor podrán orientarte.