La psicología positiva tiene como objetivo integrar todos aquellos conceptos relativos al bienestar, la felicidad y los enfoques más optimistas de la mente humana para potenciar el desarrollo personal, entre otras cosas. Es dentro de esta corriente donde el concepto de bienestar psicológico toma forma.
Por eso, muchos profesionales del deporte apuestan por el ejercicio físico como complemento a cualquier tipo de terapia. Estos entrenadores personales en La Laguna, Tenerife, cuentan cómo son conocedores de que muchos de sus clientes les hablan de lo positivos, enérgicos y optimistas que se sienten tras un par de semanas haciendo deporte.
Este bienestar psicológico del que hablamos es un conjunto de variables que engloban diferentes aspectos de nuestra vida y el grado de satisfacción con ellos. Términos como autoaceptación, relaciones positivas, autonomía, dominio del entorno, propósito en la vida y crecimiento personal son algunos conceptos que cobran gran importancia en el bienestar personal.
En esta línea, diferentes estudios demuestran que la gente se percibe como razonablemente feliz indiferentemente de su edad y su sexo o cultura, valorando de manera muy parecida las fuentes de la felicidad. Sentirse feliz es más adaptativo a la hora de afrontar y superar adversidades que se planteen a lo largo de la vida.
El ejercicio físico está tan ligado al bienestar psicológico porque mejora la función mental, la agilidad, la autonomía, la memoria, la imagen corporal y la sensación de bienestar, y por lo tanto, está indicado en cualquier momento y situación de la vida de una persona.
Las variables más populares que están estrechamente relacionadas entre el deporte y el bienestar psicológico son: cognición, afrontamiento, afecto positivo y autoeficacia, y es que aquellas personas que realizan actividad deportiva tienden a tener mejores resultados en todas ellas:
- Desarrollo de la cognición
A través del deporte en edades tempranas se puede potenciar el desarrollo intelectual del niño e incluso está comprobado que ejecutar ejercicios físicos muy breves pero intensos presenta una mejora en sus capacidades mentales como la atención.
2. Estrategias de afrontamiento
Está demostrado que aquellas personas con alto bienestar psicológico utilizan estrategias de afrontamiento orientadas hacia el problema y la emoción versus aquellos que muestran bajo bienestar, los cuales tienen una forma de afrontamiento más pasiva y centrada en la evitación.
3. Afecto positivo
El deporte y más concretamente el que se desarrolla en equipos, fomenta la construcción de entorno social más amplio en el que compartir emociones, pensamientos y sensaciones sobre todo en etapas de desarrollo, donde el círculo social es de vital importancia.
4. Autoeficacia
Se define como las creencias en la propia capacidad para organizar y ejecutar las acciones requeridas y para manejar las situaciones futuras. El deporte nos enseña que si creemos que podemos llegar a un objetivo, encontraremos los recursos para lograrlo.
Beneficios del deporte en el bienestar psicológico
- Constituye un antidepresivo natural, con efectividad similar o superior a los medicamentos antidepresivos.
- Provoca la liberación de neurotransmisores como serotonina, dopamina y noradrenalina; moléculas cerebrales implicadas en los procesos emocionales.
- Mejora el estado de ánimo y aumenta la sensación de placer, ya que se segregan endorfinas, unas hormonas que tras hacer ejercicio provocan un gran bienestar.
- Constituye un método de relajación y facilita el descanso y el sueño reparador.
- Potencia la capacidad de afrontamiento a situaciones estresantes, por lo que reduce la sensación de estrés y aumenta la sensación de optimismo, euforia y flexibilidad cognitiva.
- El ejercicio físico ayuda a la autorregulación, de manera que su práctica reduce la intensidad de emociones como la ira, la agresividad, la ansiedad y la depresión.
- Mejora el autoconcepto y fortalece el autoestima.
- Aumenta la sensación de autorrealización.
- Provoca cambios globales en la fisiología y biología del ser humano y su cerebro.
- Proyecta hacia metas y objetivos, incrementando nuestra motivación.
- Mejora la salud física.
- Combate el deterioro cognitivo.
- Disminuye la sensación de fatiga, por lo que la persona se percibe más enérgica, con mayor capacidad de trabajo, y descansa mejor.
Además, el ejercicio físico cumple diferentes funciones dependiendo de la edad. Según algunos expertos en terapia infantil, en el caso de los niños la interacción de su cuerpo con el espacio contribuye a numerosos aprendizajes del ser humano, como la orientación espacial, la coordinación viso-motora, etc. Esta construcción se realiza mediante la interiorización, la exploración y la práctica, lo que contribuye a su vez a entrenar la memoria y a consolidar su esquema corporal.
Mientras que en el caso de las personas mayores, el deporte mejora la calidad de vida: previene la osteoporosis, incrementa la fuerza, flexibilidad y resistencia de los músculos y reduce el deterioro de éstos por el paso de los años. Aquellos que lo practican se encuentran más ágiles, con mayor sensación de bienestar, y además, con mayor nivel de autonomía, y por lo tanto, con mayor sensación de juventud.