Como convertirse en vigilante de seguridad

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La vigilancia es algo esencial en el mundo actual. No tanto porque la ciudadanía siente miedo, como por el hecho de transmitir seguridad. Si nos sentimos protegidos, el miedo, no hace acto de aparición. Del mismo modo que los delincuentes, se sienten menos proclives a cometer fechorías. Se trata en cualquier caso, de una medida disuasoria.

En cualquier aspecto de nuestra vida, la seguridad resulta en extremo importante. De lo que deriva que cada vez, existan más empresas que se planteen contratar vigilantes de seguridad, tanto para procurar protección a los trabajadores, como a los visitantes o las mismas instalaciones. Siendo así, la demanda de profesionales cualificados es cada vez mayor. Aunque no todo el mundo sabe de qué manera se puede llegar a ser vigilante de seguridad.

Queremos aprovechar este artículo para analizar los requisitos y proporcionar la información necesaria, a todos aquellos que quieran convertirse en vigilantes de seguridad. Al mismo tiempo que dar a conocer cuáles son las salidas laborales que ofrece esta profesión. Como bien sabemos, las funciones de los vigilantes de seguridad, se basan en la protección de personas y propiedades, la atención a los usuarios en las instalaciones que supervisan y, la identificación de personas en accesos y recintos, colaborando con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

Para convertirse en un vigilante de seguridad como es debido, hay que cumplir con una serie de requisitos legales, entre los cuales, destaca la mayoría de edad, estar en posesión de la nacionalidad española o alguna de la Unión Europea, así como carecer de antecedentes penales por delitos de gravedad.

Por lo que para convertirse en vigilante, hay que contar con la formación adecuada. La cual se obtiene realizando un curso específico en centros especializados y homologados. Una vez realizado, hay que realizar las pruebas físicas y teóricas que acrediten su superación.

Funciones de un vigilante de seguridad

Más o menos, todos sabemos en qué consisten las funciones básicas de un vigilante de seguridad. Se trata de profesionales, cuyo trabajo consiste en velar y proteger la integridad de las personas, así como de los objetos materiales presentes en los lugares en los que trabajan. Si bien dicha labor de protección y vigilancia son muy conocidas, como explican en la Academia Marín, donde proporcionan formación para seguridad privada, existen otras funciones que realizan este tipo de profesionales.

Siendo la vigilancia la de mayor relevancia, podemos decir que como su nombre indica, la finalidad no es otra que la de vigilar. Los vigilantes de seguridad, vigilan los bienes materiales, con objeto de asegurarse y asegurar que no se produzcan daños, ni intentos de robo. Del mismo modo, deben permanecer en estado de alerta y vigilar que las personas, no corran peligro ni se vean envueltas en situaciones en las que sea necesario intervenir.

En cuanto a la función de proteger, en caso de que se produzcan altercados o discusiones físicas, los vigilantes de seguridad, deben proteger a las personas implicadas. Para hacerlo, cuentan con herramientas que les permiten detener a los delincuentes, aislar al grupo en peligro a zonas aisladas y proporcionar atención. Además, deben proteger los bienes materiales de valor, como puede ser el dinero en efectivo, obras de arte, electrodomésticos, coches, etc.

Otra de sus funciones es la de brindar atención a los usuarios. Deben conocer las instalaciones en las que trabajan perfectamente. Por lo que los clientes y usuarios, acuden a los vigilantes para saber dónde se encuentran las salidas de emergencia, servicios o cualquier otra localización del recinto. También están preparados para socorrer a los usuarios en peligro y tranquilizarles.

En la mayoría de los edificios públicos y eventos en los que para el acceso, hay que verificar la identidad, los vigilantes de seguridad, se ocupan de la tarea de identificación. En este caso, deben verificar la identidad de los usuarios revisando la documentación personal, los pases específicos. De no poder identificar a un usuario y tener que denegar su entrada, el vigilante puede avisar a los supervisores.

Cuando se produce un problema, se ocupan de la gestión con las autoridades. Tanto si se trata de un problema de salud como si es relativo a la seguridad, los vigilantes, deben acudir a las autoridades pertinentes y poner en su conocimiento el problema. En función de la situación, deberán llamar a la policía, los bomberos o los servicios de salud. Mientras las autoridades reclamadas se desplazan, los vigilantes deben mantener la calma y la situación controlada.

Requisitos para ejercer como vigilante

Del mismo modo que sucede con otras tantas profesiones en las que se trabaja de cara al público, la de vigilante de seguridad, se encuentra claramente delimitada y regulada por la ley. En la actualidad, los requisitos necesarios para poder ejercer como vigilante de seguridad en España, son los siguientes:

  • Tener cumplida la mayoría de edad.
  • Disponer de la nacionalidad española o de un país miembro de la Unión Europea.
  • Contar con un título de educación obligatoria como la ESO.
  • No tener antecedentes penales de delitos dolosos, como el asesinato, lesiones, robo a mano armada, etc.
  • No haber abandonado de forma voluntaria o forzosa, un cuerpo oficial de seguridad del estado español o el de origen, como puede ser el ejército o las fuerzas policiales.
  • No haber sido previamente condenado ni sancionado, durante el ejercicio de la profesión.

Para aquellos que tengan interés en convertirse en un vigilante de seguridad profesional, deben asegurarse de cumplir con todos los requisitos expuestos, antes de iniciar la formación necesaria. A todo esto, hay que unir que la condición física resulta imprescindible. Se aconseja estar en buena forma para poder correr, coger peso y poder detener a los posibles delincuentes.

Si cumples todos estos requisitos, puedes empezar el proceso de formación. Para poder trabajar como vigilante de seguridad, hay que formarse a través de un curso de vigilante homologado. Una vez que se supera el curso, hay que pasar las correspondientes pruebas de selección, organizadas por la Secretaria de Estado de Seguridad.

El curso de vigilante de seguridad, es el primer paso a dar para poder ejercer la profesión. Estos cursos se encuentran disponibles en multitud de centros privados homologados, pudiendo ofrecer modalidad presencial o a distancia, con un cincuenta por cien de la formación, pudiendo ser realizada de forma telemática. Se trata de cursos con una duración de entre ciento cincuenta y doscientas horas, con temario teórico bastante amplio y uno práctico que contiene todo el material necesario, para poder realizar la prueba de selección.

La parte teórica se divide, a su vez, en varias partes: jurídica (derecho laboral, administrativo, penal…), área socio profesional (deontología, autogestión…), área técnico profesional (medios de protección, autoprotección, colaboración con las fuerzas de seguridad…) y área instrumental (seguridad manejo de armas, primeros auxilios, defensa personal y comunicación). Además hay que realizar un bloque de capacidades físicas que prepara para la prueba física. Durante esta parte, se entrena de forma funcional, centrándose en la fuerza, la velocidad, la flexibilidad y la resistencia. Cualidades necesarias para realizar el examen físico.

El curso, prepara para la prueba de selección que supone la obtención del carné de vigilante de seguridad, conocido como TIP (Tarjeta de identidad profesional). Se organizan en distintos puntos del país y se componen de dos partes.

En cuanto a la prueba de conocimientos teórico prácticos, hay que saber que se trata de un examen teórico sobre el temario estudiado. Consta de cien preguntas tipo test y se realiza en un tiempo de cincuenta minutos. Para superarla con existo hay que obtener un cinco sobre diez, teniendo en cuenta que cada respuesta fallada, supone penalización.

Respecto a la prueba de aptitud física, puesto que la profesión de vigilante, puede llegar a ser muy física, requiere una preparación previa que garantice que los candidatos, pueden realizar el trabajo con facilidad. Para ello se realiza esta prueba de aptitud física en la que se valoran aspectos como la potencia del tren superior, realizando flexiones o lanzamiento de balón medicinal; la potencia del tren inferior (salto vertical); y la carrera de cuatrocientos metros llanos en pista. Las marcas a superar, varían para hombres y mujeres, así como discriminan por edad, aunque hay que superar un mínimo para aprobar. A la prueba hay que acudir con un certificado médico que acredite que no se padece ninguna patología.

Con el aprobado de las dos pruebas, se dispone de diez días para acudir a una comisaria de la policía o cuartel de la Guardia Civil, con toda la documentación correspondiente, acreditando el título como vigilante de seguridad: fotocopia del DNI o pasaporte, certificado de antecedentes penales y título del curso. A partir de ese momento, se dispone de tres meses para solicitar la tarjeta TIP y poder trabajar como vigilante de seguridad.

Se trata de una profesión de lo más versátil que capacita para trabajar en lugares como colegios, centros de formación, hospitales, empresas privadas, entidades financieras, etc. Por lo tanto, si te gusta la seguridad pero por la razón que sea, no puedes convertirte en agente de policía, optar por la seguridad privada es una excelente alternativa. Los cursos están a disposición de todos los aspirantes y en poco tiempo, con la preparación adecuada, se puede obtener el TIP.

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