Los expertos en patologías digestivas, Alyan Salud, nos explican que las patologías digestivas son problemas de salud que afectan al aparato digestivo y pueden llegar a manifestarse con una amplia gama de síntomas, desde molestias leves hasta complicaciones mucho más serias.
¿Alguna vez has sentido ardor en el estómago o hinchazón después de comer? ¿O tal vez te preocupa ese dolor abdominal que parece no desaparecer? Estas molestias podrían estar relacionadas con alguna de las patologías digestivas más comunes, como el reflujo gastroesofágico, el síndrome de intestino irritable o la gastritis.
Pero, ¿Cómo saber qué está pasando realmente en tu cuerpo? A menudo, los síntomas pueden ser confusos o incluso podemos llegar a pasarlos por alto. ¿Te suena la gastroscopia o la colonoscopia? Son herramientas clave para ver lo que ocurre en tu interior y encontrar la raíz del problema. Tal vez te preguntes si necesitas una de estas pruebas, o si lo que estás sintiendo puede tratarse con cambios en tu dieta o con medicamentos.
Hoy, te hablaré de las patologías digestivas más comunes, cómo se diagnostican y qué opciones de tratamiento existen para que puedas tomar decisiones informadas sobre tu salud.
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Reflujo gastroesofágico (ERGE)
¿Qué es?
El reflujo gastroesofágico ocurre cuando el ácido del estómago sube hacia el esófago, lo que puede irritar su revestimiento. Esto ocurre porque el esfínter esofágico inferior, que debería evitar que el contenido del estómago suba, no funciona correctamente.
Síntomas
- Ardor o quemazón en el pecho (acidez).
- Regurgitación de alimentos o líquidos ácidos.
- Sensación de un nudo en la garganta.
- Tos crónica o ronquera.
- Dificultad para tragar (disfagia).
Diagnóstico
El diagnóstico del reflujo gastroesofágico se basa en los síntomas del paciente, pero en algunos casos puede ser necesario realizar una gastroscopia (también llamada endoscopia digestiva alta) para visualizar el esófago y el estómago, evaluar si hay daño en el revestimiento del esófago y descartar otras condiciones, como una hernia de hiato o esofagitis.
Tratamiento
- Cambios en el estilo de vida: Evitar comidas grasosas, picantes, el alcohol, el tabaco y reducir el peso si es necesario.
- Medicación: Los medicamentos más comunes son los inhibidores de la bomba de protones (omeprazol, esomeprazol) y los bloqueadores H2 (ranitidina) que reducen la producción de ácido en el estómago.
- Cirugía: Si los síntomas son muy severos y no mejoran con medicación, una cirugía llamada funduplicatura puede ser una opción.
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Síndrome de intestino irritable (SII)
¿Qué es?
Es un trastorno funcional del intestino que causa dolor abdominal y alteraciones en los hábitos intestinales, sin que haya una causa orgánica aparente. Suele clasificarse en tres tipos: con predominio de diarrea, con predominio de estreñimiento o mixto.
Síntomas
- Dolor o molestia abdominal recurrente.
- Cambios en la frecuencia de las deposiciones.
- Diarrea o estreñimiento, o ambos alternando.
- Sensación de evacuación incompleta.
- Hinchazón o distensión abdominal.
Diagnóstico
El diagnóstico del intestino irritable es clínico, es decir, se basa en los síntomas. No hay una prueba específica para diagnosticarlo, pero para descartar otras enfermedades con síntomas similares, se pueden hacer pruebas de sangre, análisis de heces, y en algunos casos una colonoscopia para descartar colitis u otras enfermedades inflamatorias intestinales.
Tratamiento
- Modificaciones dietéticas: Seguir una dieta baja en FODMAP (carbohidratos difíciles de digerir) puede ayudar a reducir los síntomas. También se recomienda evitar alimentos que generen gases, como las legumbres.
- Control del estrés: Técnicas de relajación y terapia psicológica pueden ser útiles, ya que el estrés y la ansiedad tienden a empeorar los síntomas.
- Medicamentos: Dependiendo del tipo de SII, pueden usarse laxantes, antidiarreicos, antiespasmódicos y probióticos.
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Gastritis
¿Qué es?
Como toda enfermedad que termina en “itis”, es una inflamación del revestimiento del estómago que puede estar causada por infecciones bacterianas (principalmente por Helicobacter pylori), el uso excesivo de medicamentos como los antiinflamatorios no esteroideos (AINEs), o el consumo de alcohol.
Síntomas
- Dolor o ardor en la parte superior del abdomen.
- Náuseas o vómitos.
- Pérdida del apetito.
- Hinchazón o sensación de llenura después de comer.
Diagnóstico
El diagnóstico de gastritis puede realizarse a través de una gastroscopia, donde se toma una muestra de tejido (biopsia) para examinar la inflamación y, si es necesario, detectar la presencia de la bacteria Helicobacter pylori.
Tratamiento
- Medicamentos para reducir el ácido: Inhibidores de la bomba de protones (omeprazol, pantoprazol) o antiácidos para aliviar el malestar.
- Erradicación de Helicobacter pylori: Si la bacteria está presente, se administra un tratamiento con antibióticos.
- Cambios en el estilo de vida: Evitar el consumo de alcohol y medicamentos que puedan irritar el estómago, como los AINEs, también es esencial.
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Enfermedad celíaca
¿Qué es?
La enfermedad celíaca es una reacción inmunológica al gluten, una proteína presente en el trigo, cebada y centeno. Cuando las personas con celiaquía consumen gluten, su sistema inmunológico daña el revestimiento del intestino delgado, lo que puede afectar la absorción de nutrientes.
Síntomas
- Diarrea crónica.
- Pérdida de peso involuntaria.
- Anemia.
- Fatiga.
- Dolor abdominal e hinchazón.
- En algunos casos, síntomas como depresión o problemas en la piel.
Diagnóstico
El diagnóstico se realiza mediante análisis de sangre para detectar anticuerpos específicos. Si los resultados son positivos, una biopsia del intestino delgado, que puede realizarse durante una gastroscopia, es la prueba definitiva para confirmar la enfermedad celíaca.
Tratamiento
El único tratamiento eficaz es seguir una dieta estricta sin gluten de por vida. Al eliminar el gluten de la alimentación, los síntomas desaparecen y se evita el daño en el intestino delgado. Además, es recomendable que los pacientes con celiaquía tengan un seguimiento regular para controlar su estado nutricional y prevenir complicaciones.
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Enfermedad inflamatoria intestinal (EII)
¿Qué es?
La enfermedad inflamatoria intestinal incluye dos condiciones principales: la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa. Ambas son trastornos crónicos que causan inflamación en diferentes partes del tracto digestivo.
- Enfermedad de Crohn: Puede afectar cualquier parte del tubo digestivo, desde la boca hasta el ano, pero comúnmente involucra el intestino delgado y el colon.
- Colitis ulcerosa: Afecta principalmente el colon (intestino grueso) y el recto.
Síntomas
- Diarrea persistente, a menudo con sangre.
- Dolor abdominal y calambres.
- Fatiga y pérdida de peso.
- Fiebre.
- En la enfermedad de Crohn, puede haber fisuras o fístulas alrededor del ano.
Diagnóstico
El diagnóstico de EII se realiza con una combinación de análisis de sangre, pruebas de heces y una colonoscopia que permite observar el revestimiento del intestino y tomar biopsias. A veces, también se puede usar una ecoendoscopia para obtener imágenes detalladas del tracto digestivo, particularmente en la enfermedad de Crohn.
Tratamiento
- Medicamentos: Los antiinflamatorios como los corticoides y los inmunosupresores son el tratamiento principal para controlar la inflamación. También pueden utilizarse medicamentos biológicos en casos severos.
- Cirugía: En casos graves, puede ser necesaria una intervención quirúrgica para extirpar partes dañadas del intestino.
- Dieta y nutrición: Es importante mantener una dieta equilibrada y en algunos casos evitar ciertos alimentos que puedan agravar los síntomas.
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Enfermedad diverticular
¿Qué es?
La enfermedad diverticular se refiere a la formación de pequeñas bolsas o sacos (divertículos) en las paredes del intestino, generalmente en el colon. Cuando estos divertículos se inflaman o se infectan, se denomina diverticulitis.
Síntomas
- Dolor abdominal, generalmente en la parte inferior izquierda.
- Fiebre.
- Cambios en los hábitos intestinales (estreñimiento o diarrea).
- En algunos casos, puede haber náuseas o vómitos.
Diagnóstico
Para diagnosticar la enfermedad diverticular, suele realizarse una colonoscopia para examinar el colon y confirmar la presencia de divertículos. En casos agudos de diverticulitis, una tomografía computarizada (TC) puede ser necesaria para evaluar la gravedad de la inflamación.
Tratamiento
- Tratamiento de la diverticulosis (sin inflamación): Aumentar la ingesta de fibra puede ayudar a prevenir futuros problemas.
- Tratamiento de la diverticulitis (con inflamación): En casos leves, se recetan antibióticos y una dieta líquida durante unos días. En casos graves, puede requerirse hospitalización y, en algunos casos, cirugía.
Permíteme darte unos consejos finales
Si estás experimentando síntomas digestivos recurrentes, como dolor abdominal, acidez, hinchazón, diarrea o estreñimiento, no los ignores. A menudo, estas molestias pueden parecer no tener importancia o es fácil atribuirlas al estrés o a la alimentación, pero dejarlas avanzar sin diagnóstico o tratamiento adecuado puede empeorar la situación. Es importantísimo tratarlas a tiempo, antes de que los síntomas se conviertan en algo más serio.
Encontrar un buen especialista en gastroenterología o en patologías digestivas es completamente crucial. Un médico especializado podrá orientarte sobre qué pruebas diagnósticas necesitas, como una gastroscopia o colonoscopia, y sobre qué tratamiento es el más adecuado para ti. No todas las patologías digestivas son iguales, y lo que puede funcionar para una persona podría no ser adecuado para otra.
Además, es importante mantener una comunicación abierta con tu médico. No dudes en preguntar sobre cualquier duda que tengas, desde los síntomas hasta los efectos secundarios de los medicamentos. Los cambios en el estilo de vida también juegan un papel clave en el tratamiento de muchas enfermedades digestivas: modificar la dieta, reducir el estrés, evitar el alcohol y dejar de fumar pueden marcar una gran diferencia.
Por último, escucha a tu cuerpo. Si algo no se siente bien, actúa. Tu salud digestiva es esencial para tu bienestar general, y cuidarla a tiempo te ayudará a prevenir complicaciones más graves en el futuro.
¡Mucha suerte!