Cuando iniciamos un entrenamiento deportivo, sea cual sea dicho entrenamiento, debemos tener en mente siempre que se ha de calentar el músculo antes de iniciar cualquier tipo de ejercicio y debemos hacer estiramientos a posteriori. Esta rutina previene lesiones deportivas como el desgarro muscular, los latigazos e incluso las temidas rampas que todos hemos tenido alguna vez en la vida. Lo que no podemos evitar son las agujetas, sobre todo cuando acabas e empezar, pero con esfuerzo y dedicación quedarán atrás.
El problema es que muchas veces, por falta de tiempo, falta de conocimiento o inexperiencia, olvidamos realizar ese precalentamiento y esos estiramientos después, e incluso a veces, aunque los hagamos, no es suficiente y acabamos sufriendo una lesión muscular o algo peor.
Lesiones deportivas más comunes
- Esguinces y distensiones: pueden ocurrir prácticamente en cualquier tipo de actividad deportiva. Hay esguinces leves y esguinces muy graves que pueden llegar a ser crónicos si no se curan debidamente. Los más comunes suelen ser de muñeca, pie o rodilla, siendo los de pie los más habituales.
- Tendinitis: suelen producirse a raíz de un gran esfuerzo repentino o incluso por un golpe y suelen ocurrir más en articulaciones como tobillo o muñeca. Suelen ser muy dolorosas pero no tienen por qué revestir gravedad, al menos en la mayoría de los casos.
- Fracturas: una mala caída puede supones la fractura de un hueso del cuerpo, pero también podemos ver una fractura producida por el estrés sufrido por ese hueso durante un periodo de tiempo más o menos largo. Estas últimas suelen ocurrir por culpa del impacto repetitivo que suelen producir deportes como el tenis, correr o el salto con pértiga.
- Dislocaciones: este tipo de lesión suele revertir poca gravedad pues recolocando el hueso en su sitio y dando un tiempo de descanso o reposo al hueso dislocado suele volver todo a su cauce normal.
- Condropatía: aunque poca gente conoce este tipo de lesión, es mucho más habitual de lo que nos pensamos. Se trata del desgaste del cartílago que recubre ciertos huesos. A la larga, tras desaparecer, la articulación empieza a funcionar sin cartílago provocando que los huesos choquen y se rocen entre sí, provocando dolor y poca movilidad en el lesionado.
En Centro Avance, expertos en fisioterapia deportiva en Murcia, recomiendan que el deportista, amateur o profesional, que practica ejercicio a diario, antes de tener que acudir a un centro de fisioterapia por culpa de una lesión, deberían prevenir con diferentes tratamientos personalizados a cada caso. Ellos los llaman tratamientos preventivos y aseguran que gracias a ellos pueden llegar a reducir la probabilidad de lesión en un deportista de élite en más del 50%.
Además, las innovaciones tecnológicas que se han sumado a las expertas manos de los profesionales de la fisioterapia, han hecho posible que ciertas lesiones encuentren una mejoría más acelerada que antaño, incluso con mejor curación. Una de estas nuevas técnicas es la punción seca, que acelera la recuperación de lesiones musculares notablemente. Se trata de una técnica invasiva que no requiere en la que, mediante unas agujas especiales, consiguen acceder a la musculatura profunda del cuerpo favoreciendo así los tiempos de recuperación.
Este tratamiento es especialmente efectivo en lesiones deportivas, lumbalgias, dolor de cervicales, etc. Incluso ofrece muy buenos resultados reduciendo el dolor crónico.
Cuidado con la fascitis plantar
Si, como muchos de nosotros, eres un apasionado del running, debes prestar especial atención a la fascitis plantar, una de las lesiones más dolorosas que puedas sufrir practicando este deporte, aunque, también puede sufrirse por culpa del peso, un mal caminar, etc.
El problema es que este tipo de lesión puede llegar a cronificarse con cierta facildad, y tiende a ser muy dolorosa. De hecho, una de cada diez personas sufrirá fascitis plantas a lo largo de su vida, al menos una vez, lo que nos lleva a imaginar cuál es su incidencia en la sociedad.
Al principio, la fascitis plantar da la cara mostrando dolor e inflamación en quien la sufre, pero si no se cura, puede derivar en la degeneración de los tejidos provocando así un dolor crónico.
Qué lo provoca: esta patología puede aparecer en corredores de fondo y jugadores de baloncesto debido a las largas carreras que han de hacer en superficie irregular, tener una mala pisada, tener pie cavo, pie vago o exceso de curvación, debilidad muscular, mala sujeción del calzado y tener un peso elevado.
Prevención: hazte un estudio de la pisada para saber qué tipo de calzado es el más adecuado para ti.
Tratamientos: el tratamiento más efectivo es la combinación de antiinflamatorios con diferentes tratamientos de fisioterapia.