Nuestra salud bucodental siempre tiene que estar excelente y no puede ni debe permitirse unas vacaciones de ninguna de las maneras. El verano suele ser una época de relax y descanso que puede tener ciertos riesgos para nuestra dentadura y eso debemos evitarlo.
Desde Clínica dental Collado Villalba, confirman en base a su experiencia, que tenemos que evitar el consumir de forma excesiva bebidas carbonatadas y no descuidar los tradicionales hábitos de higiene que llevamos durante todo el año, pero vamos a saber más sobre todo lo que demos hacer para estas fechas veraniegas.
Verano tiene una serie de cambios en cuanto a horarios y de temperaturas verdaderamente fuertes, lo que tienen como efecto un desorden a nivel higiene, así como de alteraciones a nivel alimentario que tienen que tener efectos negativos en la salud de nuestros dientes.
Recordemos que una de las enfermedades que se dan más en relación a la salud bucodental es la caries, que llega a afectar del orden de al 92% de la población de España.
Precaución con las bebidas carbonatadas
Está claro que, tanto las terrazas como los míticos chiringos de verano se ponen repletos de clientela cuando llega el calor. Eso sí, no todas las elecciones que se toman a la hora de refrescarse e hidratarse son las mejores.
Consumir de manera, como decíamos antes, bebidas carbonatadas y zumos de gran acidez, pueden ayudar a que se produzca una descalcificación en el esmalte de la dentadura y provocar un desgaste antes de tiempo.
De igual forma, tomar café y vino en cantidades importantes ayuda a que aparezcan manchas en nuestros dientes.
Helados y dulces de forma moderada
A todos o casi todos nos gustan los dulces. Los alimentos que tienen gran riqueza en azúcar son los que más les gustan a las bacterias que producen caries. Esto lo que tiene que hacernos pensar en que es realmente importante la reducción del consumo de estos productos y en caso de hacerlo, deberemos cepillarnos los dientes de manera inmediata una vez se han consumido.
Los productos bajos en calorías, deben contener azúcar y son también bastante dañinos para nuestra salud dental.
Precaución con el tabaco
El contar con más horas ociosas en el verano hace que se eleve de forma clara el consumo de tabaco.
No solo se encarga de que nuestro esmalte se oscurezca y se manchen los dientes. Con frecuencia aparecen manchas e incluso puede ser causante de cáncer de boca u otras enfermedades aparejadas al tabaco.
Seamos sinceros, por nuestra salud dental y por la salud más en general, lo mejor es dejar de fumar. Además, ahorrarás buen dinero que agradecerás todos los meses, por lo que te animamos a ello.
No debes descuidar la higiene
Algo que hay que tener siempre en cuenta es la necesidad de no descuidar para nada la higiene. Recordemos que los cambios a nivel de horarios y de rutina pueden llegar a alterar la higiene de nuestra boca y dientes.
Para ello lo mejor es cepillarnos como mínimo los dientes durante 3 veces al día, contando siempre al hacerlo con unos movimientos de tipo vertical y circular, usando una pasta que tenga flúor, utilizando el hilo dental, así como el enjuague, incluyendo la lengua y el paladar, donde estas son algunas de las claves para contar con una inmejorable limpieza.
Olvídate del estrés
Se suele decir que las vacaciones son para relajarse, pero en realidad las vacaciones no son siempre relajantes. El estrés que provocan muchas veces los viajes hace que aparezcan con frecuencia hábitos de lo más nocivos para nuestra clientela.
Mordernos las uñas cuando nos encontramos nerviosos, si que puede llegar a terminar produciendo que tengamos una serie de microtraumatismos a nivel dental y que quede afectada la articulación temporo – mandíbula.
Como ves, son sobradas razones para olvidarnos de mordernos las uñas ¿no? Así que no solo te quedes con la “copla”, compártelo con tu familiares y amigos.
Como has podido ver, el que estés en verano, no debe significar que te olvides de tener los cuidados necesarios. Recuerda que solo tienes una boca y que hay que cuidarla como es debido. De esta forma te evitarás dolores, pérdidas dentales y el consecuente gasto en tratamientos para volver a recuperar tu sonrisa, por lo que lo mejor es prevenir.