Las vacaciones no son un lujo, son una necesidad, ya que no solo ofrecen la posibilidad de pasar más tiempo con la familia, los amigos o uno mismo, sino que además, permite desconectar de las rutinas diarias, del trabajo, de las obligaciones, de madrugar, y sobre todo de disfrutar de la naturaleza, pensar y hacer ejercicio. Esto provoca una reducción del estrés y la ansiedad gracias a que se reducen los niveles del cortisol y las catecolaminas.
Y es que los problemas laborales, familiares, personales o de cualquier tipo, desaparecen con las vacaciones, y al menos durante ese tiempo, es posible olvidarse y reconfortarse con lo que ocurre alrededor de una persona. El estrés provoca un aumento de la frecuencia cardíaca, lo que a su vez provoca arritmias, que puede desencadenar hipertensión o tensión arterial alta.
3 semanas de vacaciones al año para reducir los niveles de estrés
Según los expertos y expertas, lo más recomendable es tomarse unas tres semanas de vacaciones al año y si no es posible, al menos cogerse 10 días, de esta forma se consiguen frenar los niveles de estrés. De lo contrario, el estrés podría tener efectos muy nocivos en el organismo.
Con 3 semanas de vacaciones al año se consigue reducir la frecuencia cardíaca, mejorar los problemas musculares y los dolores cervicales. Porque la mayoría de las afecciones que padecemos, únicamente necesitan descanso para curarse. Además, tomarse un tiempo de vacaciones, mejora la calidad del sueño, ya que no hay que hay que preocuparse por el despertador, y esto tranquiliza mucho.
Las vacaciones reducen, además, las sensaciones de inquietud e irritabilidad, aumenta la concentración y mejorar el estado de ánimo. Además, contribuye a relajar la tensión entre los compis de curro, y a la vuelta, se trabaja mucho mejor. Hace falta distancia de vez en cuando, para cambiar de punto de vista.
Las consecuencias del estrés
Porque el estrés puede provocar dolores de cabeza por exceso de tensión, dolores musculares, calambres en el cuello, hombros y brazos y agotamiento, además de problemas de concentración; sentimiento de frustración, irritabilidad y/o enfado, llanto frecuente, incremento del consumo de alcohol, pérdida de apetito y/o aumento de peso, dificultades para conciliar el sueño, irritabilidad, mal humor, pérdidas de memoria, sofocos, ansiedad o impotencia, apatía, desesperación, etc.
A la larga, el estrés puede provocar trastornos neuroendocrinos; o cardiovasculares, como aumento de la presión arterial o incremento de la arteriosclerosis, musculoesqueléticos, alteraciones dermatológicas, alteraciones de la ventilación, cefalea, migrañas, etc.
A nivel emocional, favorece el humor disfórico, tristeza, disminución de la capacidad de relación, incremento de la irritabilidad, astenia, fatiga, ansiedad inespecífica, trastornos del sueño, trastornos adaptativos con ansiedad y depresión.
A nivel cognitivo, produce pérdida de concentración, dificultad de memoria, déficit de atención, sensación de temor infundado y temor a la pérdida de control de la situación.
También se producen alteraciones en el comportamiento, como el aumento en el consumo de alcohol, tabaco y otras drogas, o alteraciones en la alimentación. Antes de seguir quiero recalcar, en este punto, que si llegamos a esto la ayuda ha de venir inmediatamente. Pedir ayuda no es malo, y como dicen desde Despierta BCN «las drogas encadenan mientras prometen libertad», no caigas en su trampa.
Las mejores vacaciones: hotel de lujo o casa rural
Te vamos a proponer dos opciones muy diferentes para pasar tus vacaciones como más te guste: una es el un hotel de lujo en Barcelona y la otra el Cortijo el Sapillo, tu eliges.
El Mercer Barcelona, está situado en un conjunto de edificios históricos que han sido artísticamente restaurados para conservar sus tesoros arquitectónicos, incorporando a su vez todas las comodidades y los elementos de última generación que envuelven al huésped en un absoluto confort. Además de su asombrosa arquitectura, este hotel posee unas instalaciones y un servicio excepcional. Las habitaciones son de lo más confortable, todo pensado para que sus clientes vivan una experiencia única en un hotel histórico situado en una de las zonas más emblemáticas de la ciudad condal, el barrio Gótico.
El Cortijo el Sapillo, una casa rural enmarcada en una zona de más 300 hectáreas, que permite pasear por cercanos bosques en los que observar aves y otros animales. Se trata de un lugar ideal para el descanso, pero también para disfrutar su entorno natural y cultural, ya que la zona está plagada de restos fósiles marinos de gran valor paleontológico y la casa está rodeada por tierras que destacan por su rica y variada vegetación: romero, tomillo, retamas, coscojas, esparto, jara, matorrales espinosos de las cumbres y árboles como el pino, la sabina, la acebeda o el nogal.
Ahora, tú decides, ¿campo o ciudad?