Muchos de nosotros practicamos deporte en nuestro tiempo libre para romper con la rutina de nuestro día a día y es que de lo contrario acabaríamos realmente cansados de pensar en los temas de trabajo. No obstante, lo cierto es que no todos practicamos deporte, dado que algunos de nosotros optamos por socializar con nuestros amigos e irnos a tomar algo. Unas tradiciones que la pandemia de la Covid-19 está cambiando por completo porque debido a las medidas de los ayuntamientos, comunidades autónomas y estado, estamos viendo como nuestras opciones de ocio y de movimiento se están limitando por completo para poder frenar la curva de contagios y, con ello, tratar de superar la pandemia. Sin embargo, en este post no os queremos hablar del coronavirus puesto que realmente ya estaréis del monotema cansados, así que más allá de esta pequeña introducción que os hemos hecho, damos por zanjada esa cuestión y hablamos de lo que realmente nos interesa, la salud y el deporte. En este sentido, nosotros creemos que tal y como os hemos puesto en el titular, la psicología y el deporte son una combinación perfecta para crecer sanos y fuertes.
Esta reflexión que os hemos planteado acerca de la psicología y el deporte la basamos, sobre todo, en los deportistas de alto nivel y es que ellos son los grandes ejemplos de la importancia que tiene estar bien de salud mental para practicar deporte, así como la práctica del deporte es vital para lograr el bienestar. Sin embargo, siempre debemos de tener claro que es necesario que haya un equilibrio puesto que de lo contrario podemos tener serios problemas. Así que si vosotros practicáis deporte o necesitáis ayuda psicológica y no tenéis a mano a ningún especialista en la materia, nosotros os recomendamos que acudáis a la consulta de la Psicóloga Vanessa Sanz, una especialista de dilatada experiencia que ayuda a todos sus clientes para conseguir que estos recuperen su equilibrio y su salud cuanto antes.
Tal y como os hemos dicho, sobre todo en el caso de los deportistas de alto nivel, pasar de la gloria a la desgracia en los niveles más altos está en un detalle, y para lidiar con esa presión mediática de dedicarse al fútbol y sobrellevar la presión, se necesita ser fuerte mentalmente. Con ello nos referimos en concreto al reciente caso del joven de 17 años Jeremy Wisten, una joven promesa del Manchester City que se acabó suicidando al no estar aconsejado por un profesional que le ayudase a gestionar su condición de futbolista conocido. Así, un buen psicólogo deportivo, entre otras cuestiones, puede ayudar a los atletas con cuestiones tales como:
- Estado mental idóneo. Es evidente que es necesario tener una gran preparación física o alimentarse bien para rendir al máximo, pero también es necesario estar bien preparado mentalmente para el momento de la competición. En psicología deportiva se conoce el estado ideal para alcanzar el máximo nivel de cada uno como el “Nivel Óptimo de Funcionamiento”.
- El refuerzo. Reforzar a los jugadores en momentos oportunos es realmente importante para mejorar su autoestima, y es uno de los principios básicos del aprendizaje de habilidades psicológicas, técnicas o tácticas.
- Emociones productivas. Existen emociones facilitadoras de rendimiento: el estado emocional del deportista determina de forma directa su rendimiento en la competición. Generar emociones facilitadoras es un elemento clave en el buen funcionamiento deportivo de cada persona. Además, el psicólogo deportivo puede ayudar a los deportistas a usar las emociones negativas como la ira, el miedo o la decepción, en su beneficio.
- Apoyo en la recuperación de lesiones. Lesionarse es uno de los momentos más duros en la vida de un deportista. El apoyo psicológico puede ser útil para aceptar una lesión y superar los malos momentos. El psicólogo puede aportar herramientas para volver de forma gradual al entrenamiento y mantener la motivación durante la rehabilitación.
Las autoinstrucciones, otro factor clave en la psicología deportiva
Tal y como os decimos, las autoinstrucciones son otro factor clave y fundamental en la psicología deportiva, dado que pueden utilizarse en el deporte para adquirir destrezas nuevas, para que la motivación aumente, para eliminar de hábitos negativos, para la iniciación de la acción o para el mantenimiento del esfuerzo en situaciones extremas o cuando el foco atencional ha de mantenerse durante un tiempo prolongado. Además, las autoinstrucciones positivas sirven para potenciar la autoestima, la motivación, la atención, el rendimiento y ayuda a soportar mejor el cansancio al provocar que el sujeto se centrare más en la tarea.